25 Ago Como buenas hermanas
27 de Agosto de 2023. Relato de la semana para Creativos en Verano. Pista: viajo con mi gemela

– ¿Dos iguales de cada? ¿Vestidos, pantalones, camisas, sombreros…? ¿dos iguales de todo?
Empieza la fiesta. Siempre nos ha pasado, desde bebés, así que para nosotras es algo normal. Sólo mi madre nos distinguía, o más bien, yo creo que nos percibía, nos adivinaba, nos intuía, pero no siempre: tenía que estar centrada para fijarse bien. Aun así, logramos colársela miles de veces, porque lo de la tranquilidad era un lujo que la pobre apenas se podía permitir, en una casa con un montón de hermanos que competían en picardía. Por separado y con las prisas justas para echarnos un ojo, era imposible saber quién era quién, así que en cuanto empezamos a andar aprendimos a sacarle partido al asunto. Hemos duplicado propinas, conseguido permisos, falsificado exámenes, sonsacado secretos y aprendido el doble, y cuando Lina Morgan hizo la función aquella tan famosa, las monjas empezaron a decírnoslo en el colegio, ¡vaya par de gemelas! porque nos ganamos nuestra fama a pulso, y a pesar de los sermones, los castigos y los disgustos que le dimos a mi pobre madre, he de confesar que nos hemos divertido mucho, muchísimo…sobre todo a partir de los quince años, cuando empezamos a descubrir el potencial infinito de nuestra condición, y decidimos sacarle partido.
Desde entonces, sobre todo y por encima de todo, hemos compartido nuestra pasión por viajar. No necesitamos hablar: una mirada nos basta para saber cómo va a ser el viaje y cuánto podremos disfrutarlo. Fuimos scouts adolescentes, mochileras veinteañeras, becadas en Europa, voluntarias en Latinoamérica. Sólo paramos durante los años de casadas, en los que nos dimos una tregua y decidimos portarnos bien. Desde que nos divorciamos (a la vez) volvimos a vivir juntas y yo diría que nos estamos divirtiendo más que nunca. Ahora estamos en el probador de la tienda, preparando la primera fase del viaje: equiparnos bien. Luego vamos a la peluquería y nos cortamos el pelo igual, y nos entra la risa floja. Somos tan buenas hermanas que hemos perdido la cuenta de todo lo que hemos ido compartiendo desde aquellas primeras acampadas: los monitores, los capitanes y los pasajeros, los camareros y los taxistas, los maridos de las demás pasajeras y por supuesto nuestros favoritos: los guías. ¡A ver quién nos toca este año!
Pablo De lama
Posted at 19:56h, 28 agostoMuy lindo relato. Gracias por compartir tus palabras que hacen que viaje por recuerdos que tocan mis vivencias. Saludos.
LabalanzadeSiete
Posted at 15:35h, 27 noviembreMuchas gracias a ti, Pablo, por leer y por comentar. Qué suerte haber vivido esas experiencias, que siempre se llevan en el corazón, donde está también guardado tu hermano. Un abrazo