Con el sudor de tu frente

01 May Con el sudor de tu frente

1 de Mayo de 2020. Cincuenta y dos días de cuarentena

Hoy es el Día del Trabajo.

Del que aún se mantiene, como un equilibrista en la cuerda. Del que se ha perdido de repente, pasando del estupor a la desesperación. Del que se está a punto de perder, como en una escena a cámara lenta que se sabe cómo terminará. Del que se valora más que nunca, porque se puede hacer desde un ordenador. Del que ha tenido que reinventarse en tiempo récord. Del que se anhela encontrar al salir. Del que ha hecho cambiar prioridades. De todos los que, sobre todo y más que nunca, han resultado ser los más necesarios, los precisos, los prioritarios. Los que ahora se llaman esenciales. Los que están mal pagados y deberían ser los mejor recompensados. Del que reconforta porque se hace con vocación. Del que no es esencial para el cuerpo, pero sí para el alma. Del que se multiplica en la jornada, encadenándose con otro. Del que cuesta. Del que se detesta, pero estimula a prosperar. Del que hace crecer. Del que se desempeña de la manera más honesta posible.

Hoy empieza el mes de lo que llaman desescalada. Que sea como bajar los peldaños de una piscina o hacer puenting dependerá de la responsabilidad individual, del sentido común que tengamos cada uno en las decisiones que nos toque tomar a partir de mañana, como ciudadanos desorientados -y cansados- en medio del caos.

Observar, esperar, prepararse, formarse, estudiar, mirar, conocer, estar en el sitio adecuado en el momento justo con la gente indicada. Poner hasta el sexto sentido. Estar alerta. Sacar fuerzas. Repetir muchas veces voy a poder. No avergonzarse de bajar. No olvidarse de nada al subir.

Mirarse al espejo y confiar en lo que ves.  No puede hacerse en nada más.

No hay fórmulas. Ni redes, ni apoyos, ni respaldo, ni certezas. Ahí afuera espera la selva.

Nunca como hoy había sido tan consciente de este día.