El tiempo enterrado

El tiempo enterrado

9 de Junio de 2023. Relato de la semana para Creativos Enredados. Pista:

La brisa cálida me cuenta que ya ha llegado el verano. Hay muchas caravanas aparcadas y un paseo que no conocía, con unas palmeras frondosas y una pasarela de madera. No reconozco nada… aunque ni siquiera me reconozco a mí, después de haber pasado, ¿cuántos años dijo el médico? me abruma tanto recordarlo que no los quiero ni decir, el tiempo que he estado en coma, ¡en coma! eso que una ve en las películas y cree que no le puede pasar a ella, pues me pasó, y ahora tengo que aprender a hacerlo todo, a hablar, a caminar, quiero volver a caminar, a andar descalza por esta playa como cuando fui joven alguna vez, ha cambiado todo pero las Agujas siguen allí, imponentes, detrás de Benicàssim, sí, estoy viva, en mi playa, y puedo respirar el aire salado, que sabe igual que mis lágrimas, todos los días doy gracias a Dios por haberme despertado a tiempo de vivir un poco más, y le pido que para volver a dormirme no tenga prisa, que me deje disfrutar de todo lo que me he perdido estos años, ay, quiero estar con mis nietas, decirles que aprovechen, que disfruten la vida, que nunca se sabe qué te puede pasar en un segundo, mira las gaviotas, qué maravilla, todo lo que antes me parecía normal ahora me parece un milagro, las cosas más tontas, un café, un helado, ¡a ver cuándo me dejan comer un arrocito en el puerto! Miro a mis nietas y las quiero a todas con locura pero esa cosa que siempre tuve con la pequeña sigue intacta, que nos entendíamos con sólo mirarnos, y ahora de repente quiero decirle algo muy urgente, pero no llego, ay, cómo puedo decirlo, desde esta silla de ruedas, para, paradme, ve a la arena, sí, estoy señalando con el dedo, agáchate y tráeme la arena…

Cuando miro los ojos de mi abuela es como si me asomara a un espejo insondable donde buceo encontrándome a mí misma. Todas me miran, intrigadas; mi madre, mis tías, mis primas, porque, como siempre, soy la única que sabe lo que está queriendo decir y en silencio cumplo su deseo, emocionada: cojo un puñado de arena y nos quedamos mirando cómo se me escurre entre los dedos, como el tiempo, asiente ella, con los ojos brillantes, así se va, como el tiempo…

¿Me cuentas tú?

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