En las últimas

En las últimas

31 de Agosto de 2020

De verdad que siempre empiezo este mes con mi mejor predisposición a resetear a fondo, pero después de las dos primeras semanas de letargo, el descanso se estira como un chicle pegajoso con el que ya no sé qué hacer, convirtiéndolo en los días más lentos del año. Desde luego este calor agobiante no ayuda, y anula cualquier intención de nada que empiece antes de las horas en las que casi me acuesto en invierno. Después de muchos agostos totalmente caseros por circunstancias varias, acabo éste -por fin- con la intención de que todos los próximos transcurran llenos de movimiento y por cualquier sitio en el que se necesite un jersey.

Al final, hasta las obligaciones familiares se agradecen si te hacen ir hasta León en una escapada relámpago de dos días, que condensan una tarde paseando por el centro y una noche probando por el Barrio Húmedo todas las tapas que pueda sin reventar. Al día siguiente, después de un chocolate con porras (¡!) en una de esas cafeterías antiguas con mesitas de mármol y suelo de damero que tanto me gustan, escandalizada conmigo misma por llevarme, además, una cajita de dulces típicos para amenizar el viaje de vuelta, lo más aventurero del verano ha sido que el coche me dejara tirada nada más salir.

A setecientos kilómetros de casa, a treinta y seis grados, con las cosas apiladas en un banco de la acera y procurando tranquilizar al pobre Surya, las siguientes seis horas pasaban plácidas, sin nada más que hacer que esperar a que el seguro me diera un coche de alquiler para volver, ya sin remedio, al día siguiente.

Voy a tener que ir buscando coche. Se cierra un ciclo. Otro. Después de tantos años, éste llega al final de la década averiado demasiadas veces por las mismas cosas, manteniendo cierta apariencia digna por fuera, pero hecho cisco por dentro.

Igual que yo.

5 Comments
  • Mónica
    Posted at 12:56h, 17 septiembre Responder

    Os había imaginado en un secarral en plena carretera! Me alegro de que haya sido así entonces, una anécdota y una excusa para disfrutar de un día más en buena compañía?

  • Mónica
    Posted at 15:57h, 14 septiembre Responder

    Jope … y encima con el pobre Surya jadeando sin entender nada … que situación!
    Porqué siempre nos fallan los coches lejos de casa y nunca a la vuelta de la esquina? Bueno a veces directamente no arrancan y eso también fastidia … en fin cosas del destino aunque a veces dan ganas de darle una patada en el c… al que lo redactó …

    • LabalanzadeSiete
      Posted at 09:35h, 17 septiembre Responder

      Hola, Mónica ? Tuve mucha suerte; estaba aparcado en un buen sitio y no fue, al menos, en la autovía (!). Procuro tomarme estas cosas, que son muy molestas, como una manera de poner a prueba todo eso de la calma y la paciencia y el buen humor :)) y mira, me «obligó» a quedarme otra noche en León, y tener que salir a tapear otra vez ? Un abrazo!

  • Lupe
    Posted at 12:55h, 01 septiembre Responder

    Jolín, vaya palo, no? Pues a comprarse otro coche que no vale la pena arriesgarse a quedarse tirado de esas maneras.

    • LabalanzadeSiete
      Posted at 13:17h, 01 septiembre Responder

      Voy a intentar que lo reparen -otra vez- y me aguante un poco, sólo un poco más…mientras voy mirando, sí.

Escribe un comentario