23 Jun Es lo que ves
23 de Junio de 2023. Relato de la semana para Creativos Enredados. Pista:

Era el primer día del verano y había dormido poco la noche anterior. Siempre le pasaba, cuando los rituales, a pesar de dejarla agotada, removían en ella tanta energía que, a la vez, se quedaba inquieta y alerta, en contacto aún más estrecho con las fuerzas sutiles que percibía sin parar.
Pasó mucho tiempo hasta que las primeras mujeres se fueron acercando, y ella estaba acostumbrada, porque siempre era así: cuando descubría algún lugar cargado de magia, descansaba un tiempo de su vida errante y se instalaba, cerrando los ojos, aprendiendo del lugar, empapándose de la sabiduría de las ancianas, y cuando sentía que su misión allí había concluido, celebraba una fiesta de despedida, alrededor de una enorme hoguera, y todas bailaban, cogidas de las manos, bebiendo de la misma vasija, prometiendo nutrirse, enseñar a otras, no olvidarse jamás.
Aquel lugar había sido distinto, y lo supo nada más llegar. Estaba cargado de algo tan especial que se había quedado mucho más tiempo de lo que acostumbraba, fascinada por aquel oráculo que seguía alimentando su intuición y su fuerza.
De repente, vio a tres mujeres subiendo despacio por el sendero y, reconociéndolas, preparó limonada con jengibre para refrescarlas. Sé que estás hoy muy ocupada, le dijo la madre, pero precisamente porque es la noche de San Juan quiero que preguntes al oráculo por mis hijas, porque tengo una angustia aquí donde lloramos las mujeres -y se apretó el vientre- y necesito consultar.
Ella las miró largamente y las sentó frente a la piedra, murmurando la letanía que siempre utilizaba, avivando el fuego de las antorchas que la rodeaban, encendiendo el incienso con el que se concentraba, qué ves, preguntó, y la primera dijo, unas manos plenas de gozo, recibiendo aguas colmadas de dicha y prosperidad, las aguas de un alumbramiento, ¿y tú? le preguntó a la otra, yo veo unas manos que tapan el llanto y el dolor, susurró, de una matriz seca y vacía, y ella les tomó de las manos, el oráculo es un espejo, les dijo, y lo que ves en él es lo que te refleja. Lo que no sabéis es que el destino no está escrito, y que las profecías están para romperlas, como las leyes de los hombres. Y esta noche las quemaremos todas en la hoguera. Esta es la noche de San Juan.
¿Me cuentas tú?