10 Mar Fuego, ruido y la vida
Relato de la semana para Creativos Enredados. Pista: un piano, dormir, cervezas y la bailarina del Whatssap
10 de Marzo de 2023

Intentó abrir los ojos y no pudo. Uf, son las pastillas, que me dejan la boca pastosa y el cuerpo torpe, he de levantarme, y lo intentó, para desmoronarse en la almohada. Tengo tanto sueño retrasado que creo que me estoy pasando, pensó, ya no tomo más, a la mierda todo, qué es eso que se oye en la calle, ¿una charanga? ¿a qué día estamos? ¿¿ya es Magdalena??
Se incorporó, de nuevo, muy poco a poco, por dios, qué barbaridad, lo que me faltaba, y los petardos, me va a estallar la cabeza, yo no puedo estar así toda la semana, justamente esta semana.
A tientas, apartó las cortinas y salió al balcón. El sol inundó la habitación y su ánimo, reconfortándola por las noches frías y oscuras que había pasado los últimos meses, y se apoyó en la barandilla y respiró hondo, huele a primavera, pensó, aunque el único olor que impregnaba su calle era el del Mesón de la Cerveza, ¿desde cuándo está haciendo tanto calor? ¿cuántos días llevo sin asomarme al mundo?
¿Qué me estoy perdiendo?
Entró y se frotó los ojos, obligándose a mirar mientras paseaba despacio por el piso. Vio la almohada húmeda de tanto llorar, el ordenador apagado, el cesto de la ropa a reventar. Necesito un café, pensó, horrorizada al ver el fregadero lleno, los ceniceros sucios, las botellas vacías que no quiso contar.
Cuando se vio en el espejo del recibidor, se asustó tanto que se despejó de golpe.
Lo primero, las pastillas, decidió, y las fue tirando al váter, una a una, como en las películas, y se quedó mirando cómo los somníferos no era lo único que, en un remolino furioso, se estaba llevando el agua.
Arrasó la cama, abrió las ventanas, se recogió el pelo y encendió la cafetera. No voy a poder hacerlo sin música, se dijo, y conectó las sonatas que tanto amaba y contó hasta tres, una, dos y abrió el armario, aquel espacio que ahora estaba tan vacío como se había quedado ella, y se obligó a recordar el chiste que llevaba grabado en el móvil para los momentos de emergencia, qué se le dice a la señora que se lleva a tu marido, gracias, se le dice gracias, y de repente, se echó a reír.
Cogió la aspiradora, y se puso a bailar.
¿Me cuentas tú?