La gorra de béisbol

La gorra de béisbol

Relato de la semana para Creativos Enredados. Pista: gorra de béisbol

11 de Noviembre de 2022

Como cada último viernes de mes, entró en su habitación. Seguía limpiándola, aunque estuviera limpia, manteniendo la costumbre y a la vez, sus esperanzas. Abría la ventana y respiraba hondo el aire del parque, y encendía la vieja radio que todavía funcionaba en el estante. En la mesilla junto a la cama se apilaban los cómics y las sábanas, aunque lavadas, seguían oliendo a él. En realidad, no había nada más que hacer que sentarse un rato en el sillón, donde cada noche le contaba un cuento y mirarlos, ya viejos, rotos algunos, desgastados todos, ordenados por colores, unas veces, por autores, otras, por temas, otras, porque no había nada más que hacer que sacarlos y releerlos y volver a guardarlos, cuando recordar se volvía insoportable. Entonces se levantaba y se sentaba en la mesa, repasando los botes de bolis, rotuladores y colores, deben haberse secado, pensaba, pero los dejo porque decoran, va, un poco más, y se levantaba de nuevo y abría el armario, y repasaba las mochilas, las raquetas, los patines, los balones de fútbol y, sobre todo, su gorra, la gorra de béisbol azul que llevaba siempre  al revés, con la visera en el cuello, y de la que nunca quiso desprenderse, aunque hiciera mucho que ya le había quedado pequeña.   

Me gusta tenerla a punto, les decía a sus amigas, cuando le preguntaban por qué no la alquilaba, por ejemplo, o la reconvertía en una habitación de costura, o de manualidades, o de pilates, qué más daba, cualquier cosa antes de mantener aquel museo inerte, y ella se esforzaba en sonreír, y tragaba saliva, y siempre decía lo mismo.

Es por si viene. Por si algún día las cosas cambian, y viene a verme.

¿Me cuentas tú?

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