La magia era esto

La magia era esto

Hoy el relato de la semana para Creativos Enredados es una carta a la Residencia da Terceira Idade Maiores do Campolongo, Pontevedra, por la solicitud abierta de su director ante la soledad y la tristeza del centro en cada Navidad. Ojalá les llegue la avalancha de cariño que merecen y esta iniciativa se contagie cada año a todos los centros de mayores. Nosotras hemos disfrutado tanto con la iniciativa que creo que la repetiremos cada año a hogares diferentes. Si tú también te animas, ¡ya sabes!

16 de Diciembre de 2022

Hay muchas fechas señaladas a lo largo del año.

Cuando llega un cumpleaños se nos remueve todo por dentro, porque nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, de cómo nos ha ido la vida y, sobre todo, lo que nos ha quedado por hacer. El calendario nos trae momentos importantes que quizá ya no celebramos, pero guardamos en el corazón: la Semana Santa, las fiestas del pueblo…

Pero la Navidad es diferente a todas las demás.

En cuanto llega Diciembre, la melancolía empieza a caer como esa lluvia que tienen ustedes ahí en Galicia, que no te das cuenta, pero que va calando hasta los huesos, aún más cuando se echa encima la noche y los recuerdos se llenan de frío y oscuridad. Las meigas andan revueltas este mes, porque ellas saben la verdad: que la Navidad no siempre es como en los anuncios de turrón.  

Preocupadas, se asoman a nuestros sueños y adivinan que la noche más difícil de todas, la que nos da más miedo, la que más tenemos que demostrar que somos valientes, es la Nochebuena.

Les voy a contar mi secreto, aunque seguramente, ustedes también lo saben. Esa noche, pongo en la mesa el mantel bordado del ajuar de mi madre, y enciendo una vela en el belén, que aún tiene las figuras que montaba mi padre cuando era pequeña. Cierro los ojos y me concentro y de repente, están todos ahí, en la casa del pueblo, tostando pan en las brasas de la chimenea mientras se prepara el cordero, rallando tomates y ajos y hablando y riendo a la vez, un jolgorio de padres, tíos y primos, y en el aparador hay botellas de vino y de cava y alguna de mistela para las vecinas, que llegan después de la misa del gallo a tomar chocolate caliente y entran sin llamar, porque la puerta está siempre abierta, y cuentan chismes hasta la madrugada mientras en el periódico comprobamos que, un año más, tampoco nos ha tocado la lotería… hasta que entendí, mucho tiempo después, que la única lotería de verdad, había sido ésa.

Esta Nochebuena, cuando cierre los ojos, alrededor de la mesa vamos a ser muchos más, porque todos ustedes se vienen a mi casa. El mejor regalo ya lo tenemos, que es estar vivos, brindando para tener salud el próximo año y celebrando la suerte de habernos conocido.

¡Un abrazo a todos!

        

¿Me cuentas tú?

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