27 Ene Al fin aquí
27 de Enero de 2020
Ni el frío, ni la lluvia, ni el comer deprisa y mal, ni el apenas dormir; nada ha conseguido quitarme esta sonrisa enorme y brillante que me he traído de Madrid, después de pasar el fin de semana encerrada en la sede de El País, con Paco Nadal, asistiendo a su Taller de Periodismo de viajes.

Compañeros, convivencia, mucho café, anécdotas, ejercicio de prueba sobre la Plaza Mayor (Desde los soportales), tres mil caracteres, dos horas de tiempo, concentración, adrenalina, venga que es como en el periódico de verdad, lo que no esté acabado no se publica, estamos al cierre, vengaaaaa, puesta en común, lectura en voz alta, correos, propósitos, hay que verse otra vez, en algún sitio.
Y Paco.
Después de tanto tiempo viajando a través de él, tenerlo enfrente, volverme esponja, apuntar sin parar, intentando absorber toda la generosidad con la que nos ha empapado de todos estos años de profesión.
Aconsejar, venir a comer, reír, contar, implicarse; lo que no entra en el programa y distingue entre cumplir y dar.
Gracias, te daré las gracias cuando me apunte a alguno de tus viajes, y corren de mi cuenta las cervezas (aunque las mías sean sin alcohol, como tú dices, nadie es perfecto). Te explicaré mi sonrisa alelada, mis ojos tan abiertos, para no perderme nada, mientras recorríamos las entrañas de la redacción, tan impactada que entenderás por qué, cuando me tocó presentarme, dije lo primero que me salió, espontáneo, como sólo salen las cosas que se sienten y no se piensan: hola, vengo de Castellón, y aunque sea con veinte años de retraso, al fin atravieso esta puerta.

¿Me cuentas tú?